BENEYTO SAPENA, Ricardo “Ramiro”,
“Argüelles”, “Vicente” o “Darío”.
Comunista, natural de Almansa (Albacete). Sus padres tenían un comercio de
tejidos, trasladándose en 1930 a Madrid. En 1935, durante el servicio militar,
ingresó en el PCE. Al estallar la guerra se encontraba en Valencia, regresando
a Madrid para alistarse como voluntario en las milicias ferroviarias. Combatió
en Somosierra, siendo nombrado comisario de un tren blindado y en 1937 de una
unidad de tanques. En 1938 era comisario político de las fuerzas blindadas del
ejército republicano en la zona Centro-Sur. El 28 de marzo de 1939 se marchó a
Orán en un avión en el que también iban Vicente Uribe, Checa, Zapirain,
Fernando Claudín,... además de sus esposas e hijos. Pasó al Marruecos francés,
donde intentó reorganizar el Partido Comunista entre los refugiados. Detenido
por la policía de Vichy, fue incorporado a la 3ª CTE. Fue puesto en libertad
tras la llegada de las tropas norteamericanas. Colaboró con los servicios
secretos americanos en la creación de unidades guerrilleras para actuar en
España, abandonándose definitivamente el plan tras la liberación de Francia.
Entonces, Ricardo Beneyto se trasladó a Toulouse, siendo enviado a España a
propuesta de Carrillo con la misión de reorganizar sus cuadros. Según apunta
Francisco Moreno, durante los ocho meses que José Isasa “Fermín” estuvo fuera
de la jefatura guerrillera por enfermedad –septiembre, 1945/abril, 1946-
ejerció el mando del Ejército Guerrillero del Centro junto a Agustín Zoroa. En
mayo de 1946 pasó a Sevilla, como jefe del Ejército Guerrillero de Andalucía,
en contacto con el Comité Regional del PCE, del que formaba parte. Fue detenido
el 22 de junio de 1947, siendo acusado de realizar actividades como instructor
de cuadros. Negó todo lo que le pudiera relacionar con las guerrillas, misión
que atribuía a José Luis Merediz “Tarbes”. Fue condenado a 30 años por el
delito de rebelión militar. Tras la captura de José Muñoz “Roberto”, en
1951, fue acusado por éste de ser el jefe de todas las guerrillas andaluzas.
Hasta entonces, aunque se sospechaba, no se había conseguido demostrar su papel
dirigente. Las declaraciones de “Roberto” condujeron a la apertura de un nuevo
juicio a Beneyto el 24 de julio de 1956, siendo acusado de 22 asesinatos, 58 atracos,
53 secuestros y cinco ataques a la Guardia Civil. Fue condenado a muerte,
siendo fusilado el 15 de noviembre de 1956 en Granada, a pesar de la campaña
desatada en el exterior a su favor, en la que colaboraron personalidades como
Salvador de Madariaga. [1]
[1] ARCHIVO HISTÓRICO DEL
PCE (AHPCE), Informes del interior, Sigs. 477-485; Informes sobre
camaradas, jacques 653-654; AZUAGA RICO,
José María: La guerrilla antifranquista en Nerja. Nerja, Izquierda Unida,
1996, págs.
49, 187 y 191 [fotos 167 y 187]; FERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, Carlos: Madrid clandestino. La reestructuración del PCE,
1939-1945. Madrid, Fundación Domingo Malagón, 2002, pág. 389; MORENO GÓMEZ, Francisco: La resistencia armada contra Franco.
Barcelona, Editorial Crítica, S.L., 2001, págs.
263 y 391; MORENO GÓMEZ, Francisco:
"Huidos, guerrilleros, resistentes. La oposición armada a la
dictadura". En VV.AA.: Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la
dictadura de Franco. Barcelona, Crítica, 2002, págs. 231 y 288; ROMERO NAVAS, José
Aurelio: Censo de guerrilleros y colaboradores de la Agrupación
Guerrillera de Málaga-Granada (1944-1960). Málaga, Biblioteca Popular Malagueña,
Diputación de Málaga, 2004, págs.
58 y 398; SERRANO FERNÁNDEZ, Secundino: Maquis. Historia de la
guerrilla antifranquista. Madrid, Temas de hoy, Colección Historia, 2001, págs. 186 y 300; SERRANO FERNÁNDEZ, Secundino: La última
gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler (1939-1945). Madrid, Aguilar,
2005, págs.
121, 173 y 184
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