EASTON,
Alexander “Inglés”, “Escocés” o “Amigo”. Posiblemente miembro del servicio de espionaje inglés,
llevaba los consulados británicos de Vigo (Pontevedra) y A Coruña. Poseía una
granja entre las localidades bercianas de Carracedo y Carracedelo (León). En
1942 entró en contacto con la Federación de Guerrillas de León-Galicia, a
través de Silverio Yebra “Atravesao”, un vecino de Easton que le tenía
arrendadas algunas fincas. Una de las tareas que le encomendó la Federación fue
contactar con los partidos políticos en sus frecuentes viajes a Madrid, entre
ellos el PCE. “Inglés” solicitó a los leoneses que colaboraran con los
servicios secretos ingleses en las redes de evasión del espionaje aliado, cuyo
objetivo prioritario era la evacuación de los pilotos aliados derribados en
Francia. Aunque la experiencia con los leoneses no tuvo éxito, “Inglés” siguió
su colaboración con los guerrilleros, habilitando una buhardilla en su casa que
pronto se convirtió en refugio para enfermos y heridos. Además, les
suministraba propaganda aliada y les facilitó una radio y una máquina de
escribir, con la que empezaron a tirar las primeras hojas con propaganda de la
guerrilla. El 1 de abril de 1943 salía el primer número de El Guerrillero,
gracias a una multicopista proporcionada por Easton. Le componían y tiraban en
el ático de un bar de Santalla (León), aprovechando las horas en las que la
concurrencia ahogaba los ruidos de la multicopista o los domingos a la hora del
baile. Sus ediciones alcanzaron una tirada media de trescientos ejemplares. El
peso del periódico lo llevaba un periodista profesional, exiliado en Toral de
los Vados (León), llamado Emilio Cabrera, el cual firmaba sus colaboraciones
como El duende del valle. Por mediación de Easton, en junio de 1943
llegó a los montes de Ferradillo José María Urquiola “Pepe”, que había sido
encargado por el PCE de reconstruir el partido en Asturias y contactar con los
guerrilleros y huidos del noroeste. Easton aparece también relacionado con la red
de espionaje dirigida, desde León, por Lorenzo San Miguel Martínez, muerto en
una casa de la calle Sagasta. [1]
[1] DOMINGO, Alfonso: El canto del búho. La vida en el monte de los
guerrilleros antifranquistas. Madrid, Oberon, 2002, pág. 87; SERRANO FERNÁNDEZ, Secundino: La guerrilla antifranquista en León
(1936-1951). Madrid, Siglo XXI de España Editores, 1988, págs. 192, 204, 208, 217 y 227;
SERRANO FERNÁNDEZ, Secundino: Maquis.
Historia de la guerrilla antifranquista. Madrid, Temas de hoy, Colección
Historia, 2001, págs.
98 y 100
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